8. Regulación de la vida o biopoder. Unidad II. Noviembre 4, 10-13 horas
8. Regulación
de la vida o biopoder
Noviembre 4, 10-13 horas
Bibliografía básica
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Foucault,
M. (2006). Clase del 1 de febrero de 1978. En Seguridad, Territorio, Población
[pp. 109-138]. México, FCE.
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Foucault, M.
(2006) Clase del 8 de febrero de 1978. En Seguridad,
Territorio, Población [pp. 139-159]. México, FCE.
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Martin, E. 1989. Fragmentation and gender / The embodiment of
oppositions. En The Woman in the Body
[pp. 15-23 / 194-203]. Baltimore, Beacon Press.
Bibliografía complementaria
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West, C. & D. H. Zimmerman (1999). Haciendo
género. En M. Navarro y C. R. Stimpson (Comps.). Un nuevo saber. Los
estudios de mujeres. Sexualidad, género y roles sexuales [109-143]. México, FCE.
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Foucault, M.
(2011). La hipótesis represiva. En Historia
de la sexualidad. 1. La voluntad de saber [pp. 19-41]. México, Siglo XXI.
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Salinas Araya, A.
(2013). Economía Política y Biopoder. Foucault en Río de Janeiro 1973 – 1974. Fragmentos de Filosofía, (11), 77 - 98.
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Sloterdijk, P.
(2012). El arte aplicado al hombre. En los arsenales de la antropotecnia. En Has de Cambiar tu Vida [pp. 421-469]. Valencia, Pre - Textos.
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Castro-Gómez, S.
(2007). Michel Foucault y la colonialidad del poder. Tabula Rasa, (6),153-172.
PREGUNTAS PARA LECTURA Y CONVERSACIÓN EN CLASE
RECURSOS ADICIONALES
Santos, Martha. 2026. “’Slave Mothers,’ Partus Sequitur Ventrem, and the Naturalization of Slave Reproduction in Nineteenth-Century Brazil,” Revista Tempo-Niterói (online) 22, 41 (Sept-Dec. 2016): 467-487. https://www.scielo.br/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1413 77042016000300467&lng=en&nrm=iso&tlng=en
Cházaro, Laura (2012), “Los instrumentos en la medicina científica” Ciencia. Revista de la Academia Mexicana de Ciencias. Vol. 63 No. 2, Abril-Junio pp. 64-71
Cházaro, Laura (2012) “Las estadísticas médicas y la investigación científica” Ciencia. Revista de la Academia Mexicana de Ciencias. Vol. 63 No. 2, Abril-Junio, pp. 56-63
Cházaro, Laura (2011) “Políticas del conocimiento: los silencios de los obstetras mexicanos sobre las razas y los sexos, fines del siglo XIX”, Nuevo Mundo Mundos Nuevos, Debates, 2011, [En línea] http://nuevomundo.revues.org/61053
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ResponderEliminarEn este espacio, me permito ampliar mi reflexión sobre el ejercicio de la analogía entre Foucault y el cactus:
ResponderEliminarImagino a Michel Foucault como un cactus en la Baja, rodeado del árido desierto y bajo un sol incandescente que quema y hiere la piel, el cuerpo. Ese cactus se resguarda y observa atento desde la sombra de la noche. Con sus espinas protege su cuerpo del mundo hostil y, al mismo tiempo, esas mismas espinas pueden lastimar a otros. Es un cactus con múltiples caras y perspectivas.
Pero a su lado, el mar profundo refleja también su propio poder. Ese mar no tan explorado, pero lleno de vida es un paraíso que invita a la introspección, a adentrarse en lo desconocido, a fluir con nuestras pasiones. Pienso que, aunque quizás Foucault no nombra directamente otras posibilidades, leer su obra me inspira a ir más allá de lo visible y lo nombrado y desafiar lo que se muestra en la superficie. Su obra, entonces, es una invitación a existir desde otras lógicas, a construir y deconstruir; intentar crear mundos alternativos y disruptivos que cuestionen el orden establecido y permitan crear nuestras propias subjetividades.
¿Qué más podemos hacer cuando comprendemos los mecanismos de poder en los que no sólo estamos inmersos, sino que también reproducimos y reforzamos continuamente? Mi respuesta es desobedecer en la medida de lo posible, desaprender, jugar con las normas, engañar al sistema, y atrevernos a explorar nuevas posibilidades. Foucault nos muestra que no estamos locos, ni enfermos: el poder nos sujeta y limita, pero, tal vez, la desobediencia puede abrirnos a otra concepción del poder, una que nos empodera y nos permite ser desde una libertad consciente.
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ResponderEliminarMe gustaría hacer el análisis de la clase de Foucault, específicamente la del 1 de febrero de 1978. De la formación de un modelo para gobernar, ¿de qué se trataban estos planteamientos que como bien menciona el autor se instituyen como una serie sólida que hasta la actualidad mantienen su vigencia? Foucault nos conduce, apoyado por textos y otros elementos de archivo, por los discursos que se desarrollaron entre el siglo XVI y XVII hacia lo que se concebía como un problema: el arte de gobernar. En este proceso, que apuntaba hacia una ciencia política que permitiera gobernar “de una manera tan precisa y meticulosa como puede gobernarse una familia”, se integró la economía como un eje esencial para intervenir sobre y para la población (economía política). La preocupación fue entonces la disposición de riqueza, de tesoros y de ejércitos para llevar a cabo la política del soberano. He aquí que la familia empezó a ser ya no un modelo sino un instrumento que se reflejó en las estadísticas (que incluso en la actualidad siguen siendo indispensables para realizar políticas públicas y para otros fines).
ResponderEliminarHago una conexión con estas ideas y lo que sucedió en las últimas elecciones de EUA. Además de todas las explicaciones que se deben tomar en cuenta para analizar por qué un personaje como Donald Trump ganó las elecciones presidenciales, hay un argumento latente que se ha vinculado a lo económico y al fracaso de un sistema que no ha respondido a las demandas y necesidades de la población. El discurso de Trump nace de la promesa de cuidar a los ciudadanos americanos (como sus hijos) y de ensalzar el slogan “Make America great again”. Se impone de nuevo esta necesidad de un soberano que conozca bien el “arte de gobernar” que regule, que tenga control del territorio; que lo defienda y defina con vehemencia (la frontera) “lo que es nuestro”. Llega alguien como Trump que transgrede el orden, que se hace notar como el “héroe rebelde”, acompañado de actores sociales fuertes y de nuevo, económicamente poderosos (Elon Musk, por ejemplo), que desafía el establishment político, aunque debajo de la máscara no sepamos qué vamos a encontrar.
Algo que me parece que diferencia a Foucault de otros pensadores y filósofos modernos es la multiplicidad de lecturas e interpretaciones que existen sobre su obra, ya que mientras unos aseguran que es posestructuralista, otros lo enmarcan como completamente desligado de las experiencias coloniales, y en este caso Castro Goméz, lo recupera y hace una lectura que de alguna manera lo situa como un referente del grupo de Modernidad-Colonialidad. Para Castro esto se debe a su visión heterárquica del poder, lo cual permite reconocer que cada régimen de poder tiene su propia temporalidad, a diferencia de los modelos que surgen desde una "heterogeneidad global" , Foucault desde su heterarquia permite que coexistan diferentes experiencias del tiempo, para ello, el autor realiza una "genealogía del racismo" que para el autor esta relacionado al modelo de la biopolitica, lo cual se relaciona con "dejar morir a las malas razas" y tecnologías que permiten "hacer vivir y dejar morir", al mismo tiempo que se busca "producir" la vida de los subditos, se necesita "defenderse" de los "enemigos". Para Castro esta visión del racismo como tecnología biopolitica permite rastrear las experiencias desarrolladas en las colonias como una de sus expresiones pero no la única, lo cual permite pensar que "no hay una sola colonialidad del poder sino múltiples" y que el racismo es solamente una de sus formas distintas de operación.
ResponderEliminarEn su clase del 1 de febrero de 1978, recogida en Seguridad, Territorio, Población, Michel Foucault profundiza en su análisis sobre la gubernamentalidad, introduciendo un marco conceptual que entrelaza poder, conocimiento y la gestión de poblaciones. Foucault destaca cómo el poder moderno se desplaza desde la soberanía y la disciplina hacia una lógica de "seguridad", enfocada en regular los fenómenos colectivos como la salud, la economía y la movilidad. Este cambio no implica la desaparición de las formas previas de poder, sino su integración en un dispositivo más amplio que busca optimizar la vida a nivel poblacional.
ResponderEliminarEl texto invita a reflexionar sobre cómo los Estados y otras estructuras de poder operan a través de mecanismos que no solo reprimen, sino que producen formas de vida, subjetividades y comportamientos. En el mundo actual, donde la vigilancia tecnológica y las políticas públicas afectan nuestras decisiones más íntimas, la relevancia de estas ideas sigue siendo crucial para comprender las dinámicas de control y resistencia en nuestras sociedades.
La gubernamentalidad puede ser vista como una manifestación del biopoder, ya que implica la implementación de estrategias y técnicas que regulan la vida de las poblaciones. A través de la gubernamentalidad, los gobiernos no solo ejercen control sobre el territorio y la soberanía, sino que también gestionan la vida de los ciudadanos, promoviendo su bienestar y seguridad.
ResponderEliminarTanto la gubernamentalidad como el biopoder están intrínsecamente ligados a la producción de conocimiento. Foucault argumenta que el conocimiento, especialmente en áreas como la medicina, la estadística y la economía, se convierte en una herramienta esencial para el ejercicio del poder. La capacidad de medir, clasificar y regular la vida de las poblaciones permite a los gobiernos implementar políticas que afectan directamente la salud y el bienestar de los individuos.
La gubernamentalidad se manifiesta a través de diversas instituciones (como hospitales, escuelas y agencias gubernamentales) que tienen la función de regular la vida de las personas. Estas instituciones son vehículos a través de los cuales se ejerce el biopoder, ya que establecen normas y prácticas que influyen en la conducta y las decisiones de los individuos.
El objetivo de la gubernamentalidad, en el contexto del biopoder, es la optimización de la vida social y la gestión de la población. Esto implica no solo la regulación de la conducta individual, sino también la creación de condiciones que permitan el desarrollo y la prosperidad de la población en su conjunto.
La gubernamentalidad y el biopoder están interrelacionados en la medida en que ambos conceptos abordan cómo el poder moderno se ejerce sobre la vida de las poblaciones. La gubernamentalidad se presenta como un conjunto de prácticas y estrategias que permiten la regulación de la vida, mientras que el biopoder se refiere a la forma en que este poder se centra en la gestión de la vida y la salud de los individuos. Ambos conceptos son esenciales para entender las dinámicas del poder en la modernidad y su impacto en la vida cotidiana.
La primera vez que leí al príncipe de Maquiavelo fue en mi etapa universitaria, ciertamente sus reflexiones formaban parte una mirada particular sobre cómo entender lo político, aunque disfruté la lectura lo sentía de cierta manera distante para ser utilizado para explicar procesos más cercanos a mi contexto. La clase de Foucault del 1ro de febrero de 1978, complejiza la posición de Maquiavelo, la literatura antimaquiaveliana para hablar de las bases del biopoder.
ResponderEliminarEn todo caso el debate es sobre el arte de gobernar, el arte de ser príncipe representado por Maquiavelo, este lazo frágil de príncipe con sus principado, advierte de los peligros ¿ de dónde vienen? ¿en qué se sostienen? ¿cuál es el mayor peligro y cuál el menor? Esta literatura maquiavelista, se concentra en la habilidad del príncipe para conservar el principado. Las implicaciones de las relaciones de fuerza que van a permitir al príncipe tomar las medias necesarias para proteger su principado.
La literatura antimaquiaveliana quiere sustituir su saber práctico por el arte de gobernar. Ser hábil para conservar su principado, se trata del arte de gobernar.
Pero gobernar se extiende en múltiples aristas, gobernar, una casa, almas, niños, una orden religiosa una familia, etc.
Encontramos aquí una interesante distinción de posiciones, el arte del príncipe o la teoría jurídica del soberano, tratan de marcar la discontinuidad entre el poder del príncipe y cualquier otra forma de poder. Por otro lado, las artes de gobernar, ven al poder dentro de distintas esferas, con continuidades ascendentes y descendentes, es decir, las múltiples prácticas, el gobierno en si mismo, el arte de gobernar relacionado a la economía, la ciencia de gobernar en relación al Estado que se relaciona con la política.
Biopoder es centrarse en la perspectiva de las artes de gobernar, el lo multifactorial, mulitescalar en la dimensión de lo social y de lo subjetivo, en los cuerpos, en la circularidad del poder, alejarse de los principios juristas del poder poder unidireccional.
Las reflexiones provenientes de Emily Martin (1989) han guiado muchas de las reflexiones que he tenido a lo laergo de mi proceso de investigación actual. Desde la maestría, mientras más leía yo sobre la menopausia y la menstruación, más se confirmaban las palabras de la autora. En la literatura médica yo encontraba una profunda y naturalizada fragmentación de los seres femeninos. Estudios enteros manejando los múltiples niveles de densidad ósea, de hormonas, de peso y talla. Se conocía celosamente cada aspecto anatómico de las mujeres que estudiaban. Sin embnargo, en ningun lugar se encontraban ellas. Enteras, íntegras, con su experiencia y emociones. Al final, eran números. Esto fue uno de los motivantes para plantear una perspectiva experiencial de y para las mujeres. La fragmentación del cuerpo no es ninguna sutileza, hoy por hoy, se siguen considerando como solución la extirpación desmedida de úteros, los usos de métodos anticonceptivos para regular el ciclo menstrual: sin abordar la integridad completa del cuerpo. Muchas veces los problemas hormonales se pueden controlar o llevar de la mano con cambios de vida, en la alimentación, hasta están relacionados con problemas emocionales. Si la ciencia sigue fragmentándonos, eso nos volvemos: pedazos. Cuando no lo somos.
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